¿Alemania busca socios en Sudamérica?

El canciller Olaf Scholz comenzó este fin de semana una gira nada inocente y que no pasa desapercibida: busca “el fortalecimiento en materia económica y energética y la lucha contra el cambio climático”. Argentina, Chile y Brasil son las tres paradas.

La visita a Sudamérica del canciller Olaf Scholz tiene una agenda clara y no se moverá de ahí: energía, alimentos, economía y clima. Llegó a Argentina -fue recibido por el Ministro de Relaciones Exteriores, Santiago Cafiero– y luego se encontró con el presidente Alberto Fernández en el Palacio San Martín. En una gira que tiene claras intenciones por parte de la potencia europea, trascendió que abordarán temas relacionados con la energía, la economía y otros que preocupan a Alemania en el marco de la guerra en Ucrania.

El eje de las reuniones entre ambos mandatarios está en acelerar un acuerdo económico entre la Unión Europea y el Mercosur, lo que permita consolidar relaciones en materia energética y de alimentos. Ambos bienes de los que escasean en Europa desde que comenzó el conflicto en Ucrania. Otro de los ejes es la transición a energías más limpias, con foco en las energías eólicas y el «hidrógeno verde».

Vale destacar que estos temas giran entre Alberto Fernández y Olaf Scholz hace ya un tiempo, lo hablaron en la última reunión del G7 y fue el mandatario argentino quién expresó su preocupación por las consecuencias que tendría la guerra desatada en Ucrania. Ya desde aquel momento, la Argentina intenta consolidar rápidamente su lugar en el tablero internacional como un proveedor confiable y consistente de energía -principalmente gas, litio e hidrógeno verde-.

La gira de Scholz continúa este domingo en Chile, donde también se encontrará con el presidente Gabriel Boric para profundizar, también, las relaciones económicas entre ambos países, siendo Chile uno de los mayores exportadores de litio y gas. La visita al continente culmina el lunes en Brasil en una reunión con el flamante presidente Lula Da Silva.

En el caso de Brasil, para Alemania resulta un socio estratégico fundamental, tanto en materia productiva como energética -principalmente en el área automotriz-. Aunque para los alemanes también es muy importante a nivel de lucha contra el cambio climático, ya que la selva del Amazonas resulta vital para el ciclo del agua y de oxigenación a nivel global. Vale la pena recordar que durante la gestión del ex presidente Jair Bolsonaro se generó la mayor deforestación del área del Amazonas de la historia del Brasil; es en parte por esto que el vecino país carioca quedó relegado a una relativa marginalidad en el escenario internacional durante la gestión del ex mandatario, y en este mismo sentido, una de las promesas de Lula fue «devolverle a Brasil el lugar que se merece en la comunidad internacional».

Para la región es también importante la visita del primer mandatario alemán, ya que significa hablar con uno de los actores más importantes de la Unión Europea, como así también de la industria a nivel global; todo además, en un contexto donde la energía escasea profundamente en el territorio europeo a medida que se encrudecen tanto el invierno como la guerra entre Rusia y Ucrania. Un escenario que resulta oportuno para el desarrollo en materia de energía y producción de alimentos en la región sudamericana.