La familia que nació de Julieta, Pochi y muchos animales más

Una edición especial de El Diario de Vanesa con una visita a las fibras más íntimas de una mujer que transformó su vida a partir de la incorporación de un animal, y otro y otro y muchos más, hasta conformar hoy una “familia multiespecie”. ¿De qué se trata? Acompañame en la nota y el video.

Uno de esos lugares mágicos donde se respira amor y campo, cerca de Buenos Aires, es Francisco Álvarez, en la localidad de Moreno. Allí creció inmensamente en cantidad y calidad la familia multiespecie que encabeza Julieta Demarco y la componen sus hijos Valentina y Salvador y un numeroso grupo de cerdos, perros, caballos, chivos, ovejas, gallos y gallinas, un ganso y una impactante visión del mundo y nuestra relación con los animales. Si bien sus hijos humanos también han crecido (ella tiene 22 y él 20 años), podríamos sumar a la familia a quienes se juntan allí los fines de semana, a quienes aportan para sostener la granja, a quienes la siguen en Instagram (la seguís en LaPochiVegana&Family), a las mujeres muralistas que le dieron más color al lugar, a quienes en definitiva, aman y consideran a los animales como parte de su núcleo familiar.

Personalmente, me impactó hace un tiempo cuando en Chubut se llevó a cabo un juicio por la muerte de la perra Tita y su cuidadora señaló que formaba parte de su familia, que cuando la mató el acusado sintió que perdió a una hija. Y me llegó a lo más profundo porque yo también tengo hijos no humanos, mis tres amados perros que forman parte inseparable de mi vida, y así con tanta, pero tanta gente que especialmente en la pandemia cambió su mirada hacia las compañías que tenemos en nuestra cotidianeidad.

La visita a la familia de Julieta fue ingresar al mundo donde los animales reciben y dan tanto cariño que una no puede dejar de emocionarse.

Desde el momento mismo de ingresar a “La Pochi Vegana”, el recibimiento de los perros, la cabra, la oveja, todos los animales que tienen una personalidad y un lugar muy especial en esta familia que además, conviven natural y cariñosamente sin que se noten las diferentes especies y hábitos.

Algunas partes de la entrevista que compartimos hoy tienen momento muy emocionantes. Especialmente el relato de Juli de cuando en medio de complicaciones de ánimo llegó la pequeña cerdita Pochi y entre su departamento y las plazas del barrio porteño de Saavedra, asombró al mundo. Esa relación que se estableció entre ellas fue el impacto inicial para que Julieta mirara hacia el horizonte natural y amplio de su granja actual.

Pero además de iniciar el camino hacia la familia multiespecie, Juli, su hija y su hijo ya no pudieron comer más carne y también transformaron no sólo la alimentación sino la mirada y concepción de un mundo que cada vez más cuestiona ciertos hábitos y costumbres.

También es un momento muy emotivo cuando con Juli analizamos las situaciones más dolorosas que son las pérdidas de nuestros seres queridos, como el caso del ternero Copito, que está enterrado allí, en una esquina de campito. Seguramente vos también tendrás en el mejor de los recuerdos a alguno de los animales que han formado parte de tu vida y por eso es que emociona ese momento de la charla.

Hoy construimos familia, lazos afectivos tan fuertes y de tan distinta manera que este mundo de Juli es uno de los tantos que podemos conocer, disfrutar y respetar.

Me encantó esta Edición Especial, muy Especial, de este espacio que comparto con vos.

Mirá el video…¡y no te pierdas la despedida con el gallo Teté!! (Imperdible).

Gracias por acompañarnos y ¡será hasta la próxima!