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Cada 20 de agosto el calendario marca una fecha especial para los amantes de la gastronomía: el Día mundial de la papa frita. Esta celebración rinde homenaje a uno de los acompañamientos más populares y versátiles del planeta, cuyo origen se disputa entre Francia y Bélgica, pero que con el tiempo logró conquistar paladares en todos los rincones del mundo.
En esta ocasión, la efeméride invita no solo a disfrutarlas, sino también a descubrir cuál es la mejor manera de prepararlas en casa para que queden crocantes por fuera y tiernas por dentro. Te contamos cómo hacer las mejores papas fritas.
Día mundial de la papa frita: el secreto para que salgan perfectas
La papa, un tubérculo que forma parte de la mesa cotidiana en innumerables culturas, se presta a ser preparada de múltiples maneras, con infinidad de acompañamientos y condimentos que realzan su sabor. Sin embargo, la versión que conquista mesas en todo el mundo es su versión frita. Solas o como guarnición, las papas fritas son sin dudas las más elegidas por grandes y chicos.
A continuación, se presenta la receta que promete ser la más fiel al estilo tradicional y, al mismo tiempo, la más efectiva para lograr papas fritas doradas, crocantes por fuera y suaves por dentro:
Ingredientes
4 papas grandes
Aceite de girasol alto oleico, canola o maíz en cantidad suficiente para una fritura profunda
Sal fina a gusto
Agua fría
Hielo (opcional)
Procedimiento
- Lavar cuidadosamente las papas, pelarlas y cortar en bastones de 10 a 12 centímetros de largo y de 1 a 2 centímetros de lado aproximadamente, procurando un tamaño uniforme para una cocción pareja.
- Lavar los bastones de papa varias veces bajo el chorro de agua hasta que esta salga transparente. Este paso elimina el almidón superficial que podría impedir que queden crocantes.
- Dejar reposar los bastones sumergidos en agua fría con hielo durante al menos 30 minutos. El frío contrae las fibras y mejora el resultado final.
- Escurrir y secar completamente las papas con un paño limpio o papel absorbente, para reducir el riesgo de salpicaduras y mejorar la reacción en el aceite.
- Calentar el aceite a 120 o 130 grados C e incorporar las papas en pequeñas tandas. Cocinar hasta que estén tiernas pero sin llegar a dorarse, entre 5 y 6 minutos. Retirar y colocar sobre una bandeja cubierta con un paño apenas húmedo.
- Una vez frías, elevar la temperatura del aceite a 175 o 180 grados C. Freír nuevamente las papas en tandas hasta alcanzar una textura crocante y un color dorado uniforme, aproximadamente 2 o 3 minutos.
- Escurrir el exceso de aceite usando papel absorbente y salar a gusto mientras aún estén calientes.
- Servir de inmediato para conservar el punto crocante.