Con propiedades en ambos lados de la cordillera, la Sociedad Comercial y Ganadera Chile-Argentina es el ejemplo más acabado de una forma social de producción que fue característica en la región hasta muy avanzado el siglo XX. Esta sociedad, de origen chileno, llegó a concentrar en propiedad, por compra a sus concesionarios originales, una superficie total de 419.737 ha de tierras en el sur del territorio de Neuquén, constituyendo una serie de estancias que fueron manejadas empresarialmente como una sola unidad de producción.
Seis importantes concesiones para colonizar —entre ellas las otorgadas a la familia Uriburu-Castells — fueron adquiridas en bloque en 1904 por Federico Hube y Adolfo Achelis,