La ruta Provincial 6, camino a Paso Córdoba fue escenario de una muerte absurda. Una mujer que conducía su Renault Sandero terminó sumergida en un canal de riego paralelo a la calzada, tras una distracción fatal provocada por el paso de los ciclistas de la Vuelta al Valle. Aunque fue rescatada rápidamente, una buena cantidad de agua ingresó a los pulmones y provocaron el fallecimiento.
Sí, leyó bien: una competencia deportiva, una mala maniobra y un canal sin ningún tipo de contención. El cóctel perfecto para el desastre.
La víctima, cuya identidad aún no fue oficialmente difundida, circulaba por la Ruta 6 cuando, de reppente comenzaron a pasar los vehículos de la organización, los distintos pelotones y los vehículos de asistencia de los ciclistas. Todo ese movimiento provocóun instante de desatención a la conducción, y perdió el control del vehículo. El auto no derrapó, no chocó, no esquivó nada: simplemente salió derecho, como si el volante se hubiera rendido, y se clavó de punta en el canal. Cayó sobre sus cuatro ruedas y quedó semisumergido, como en una trampa de agua.
Vecinos y automovilistas que presenciaron la escena no dudaron: se arrojaron al agua y lograron rescatarla. Pero ya era tarde. La mujer había tragado una cantidad considerable de agua y, aunque los médicos llegaron con rapidez y aplicaron maniobras de reanimación, no pudieron devolverla a la vida.
Este es el segundo siniestro que rodea a la tradicional competencia ciclística de la Comisión Central Organizadora. En la etapa del miércoles, una rodada múltiple en el acceso a Allen obligó a suspender el parcial por la falta de ambulancias.
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