
Malleo – Memorias de una Maestra Rural
La maestra rural ha sido románticamente exaltada por su sacrificio y dedicación a la enseñanza en las condiciones más adversas. Basta recordar el poema que les dedica Gabriela Mistral o los atributos que le asigna Luis Landriscina, cuando nos retrata su “Maestra de campo” viviendo en la selva chaqueña. María Elena Walsh la enaltece en “Campana de palo” al decir: Soy la maestra argentina, / segunda madre y obrera. /Mis niños andan descalzos, /mi escuela es una tapera.
Pero tal vez el antecedente histórico más notorio sea el de “las hijas de Sarmiento”, como se llamaron a las 65 docentes -casi todas mujeres- que este presidente hizo venir desde los Estados Unidos de América a partir del año 1869 para iniciar el magisterio y que diera lugar al normalismo.