Una mujer de Villa La Angostura denunció a la persona que durante 12 años le administró dos viviendas. Relató en la comisaría que el hombre subalquilaba una de las propiedades para la realización de orgías, además de provocarle deudas impositivas y daños en el inmueble.
El caso salió a la luz en las últimas horas y la propietaria de los inmuebles ubicados en calle Los Maquis del barrio El Once, llamada Anabella Scarsi, dio detalles de la denuncia al portal de Villa La Angostura, Diario Andino.
El administrador de sus propiedades, identificado por sus iniciales como L.T.F, ejerce esa tarea desde hace 12 años. La mujer explicó que durante los últimos dos años existió un contrato de locación, ya vencido, que regulaba la relación entre ambas partes.
Scarsi explicó que viajó recientemente a la localidad para lograr recuperar sus propiedades, pero “el administrador se negó a entregarle las llaves”. Cuando quiso interiorizarse de cómo estaban las viviendas respecto de los cánones municipales, descubrió que tiene una deuda de más de 3 millones de pesos en Rentas y otra de 170 mil pesos en la Municipalidad.
“El hombre debía pagar los impuestos y siempre decía que lo hacía, pero al verificarlo comprobé que nunca concretó esos pagos”, afirmó la mujer.
Pero ello no fue todo. Al ingresar a las viviendas, encontró daños y faltantes: tulipas lumínicas, lámparas, somieres nuevos tirados, un futón, una mesa ratona y una heladera desaparecidas, entre otros elementos. Además, el mantenimiento general del predio —que debía estar a cargo del administrador— nunca se realizó, generando más gastos a la propietaria.
La sorpresa más grande, sin embargo, surgió al conocer los testimonios de vecinos colindantes, quienes habrían denunciado reiteradamente ruidos molestos y “actividades inapropiadas” en el garaje de una de las propiedades, presuntamente subalquilado sin autorización.
“Los vecinos radicaron varias denuncias porque en el garaje de una de las propiedades, se hacían orgias y generaban ruidos muy molestos. Luego me enteré que se subalquilaba ese garaje para esos fines”, explicó Scarsi.
La propietaria planea iniciar acciones civiles tanto contra el administrador como contra los garantes del contrato que establecía que, por cada día de demora en la devolución del inmueble, se debía abonar una multa diaria de 100 mil pesos, más el monto mensual de 850 dólares correspondiente a la renovación y el alquiler. “Esa cláusula nunca se cumplió”, lamentó Scarsi, quien además denunció que tuvo que pagar de su bolsillo tareas de mantenimiento, retirar residuos forestales y reparar daños internos.
De acuerdo con la Ley de Arrendamientos Urbanos, el subalquiler sin consentimiento del propietario constituye una infracción contractual y puede dar lugar a la rescisión inmediata del contrato. En casos donde además existan amenazas o coacciones, se aplica el Código Penal, que prevé penas de prisión o multa para quienes intimiden o perjudiquen a otra persona con violencia o amenazas.


